Nacido en Venosa, Basilicata, un ocho de marzo de 1566, en el seno de una familia aristocrática estrechamente relacionada con la Iglesia; era sobrino del arzobispo de Nápoles, Alfonso Gesualdo y de San Carlos Borromeo, y sobrino nieto del Papa Pío IV; comenzó sus estudios musicales en la academia fundada por su padre y frecuentada por importantes músicos. De la primera etapa de su vida poco se sabe, salvo que se trataba de un joven noble que había estado en contacto con la música desde la infancia y que ésta había sido su gran centro de interés. Su padre se había rodeado de músicos destacados y en ese ambiente se formaron los oídos de Carlo, influenciado por nombres como los de los compositores Pomponio Nenna, Giovanni de Macque y Scipione Dentice.
En 1586, a los 20 años, Carlo Gesualdo se casa con su prima, Maria d’Avalos, hija del marqués de Pescara. Aquí comenzaría su auténtica tragedia y, al mismo tiempo, la chispa detonante de su estilo creativo. La infidelidad continuada de su esposa con Fabrizio Carafa, duque de Andria, terminaría de forma dramática. El 16 de octubre de 1590, Carlo, avisaría a María de sus planes de salir de caza a los bosques de los Astroni, por lo que se ausentaría durante dos días. Todo estaba perfectamente planeado. La noche del 17 de octubre, los dos amantes serían atrapados en flagrante adulterio siendo bárbaramente ajusticiados, descuartizados y dejados a la vista de todos en las escaleras del Palazzo. Carlo fue exculpado de tan horrible crimen, el "derecho" aplicable entonces y las costumbres de la época, unido todo ello a la importancia del personaje, hicieron que el proceso se archivara, tan solo un día después de su apertura: "por orden del virrey por cuanto la notoriedad de la causa justa de la cual fue afrentado don Carlo Gesualdo, príncipe de Venosa, para castigar a su mujer y al duque de Andria".
Aconsejado para que se marchase de Nápoles, a causa de una posible venganza por parte de los familiares de los asesinados, se retiró a su Castillo de la ciudad de Gesualdo.
Un segundo matrimonio de Carlo, no llegó a paliar, en absoluto, la conciencia de culpa que le martirizaría durante el resto de su vida.
Ensemble "Métamorphoses" .
Los libros de madrigales son sus obras más célebres, donde las tensiones cromáticas avanzan con un tempo solemne, oscuro, y sin embargo sereno, como de anticipada paz y reconciliación.
Stravinsky dijo de su música: “Los músicos debemos salvar a Gesualdo de los musicólogos, pero los segundos lo han hecho mejor hasta ahora. Todavía hoy es poco respetable para las academias, todavía demasiado excéntrico y cromático, todavía difícil de cantar”.
Salvemos nosotros su música, ese continuo vaivén del gozo a la sombra, ese paso de la feliz consonancia armónica a la disonancia extrema. Avanzando, con dolorosa gioia, hasta su consunción. Hasta la muerte.
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