El Concierto para piano en fa sostenido menor, Op. 20, es la única obra concertante que compuso Aleksandr Skriabin (1872–1915) y una de las piezas más significativas de su primera etapa creativa. Skriabin compuso la parte principal del concierto en solo unos días en el otoño de 1896, pero tardó hasta mayo de 1897 en completar la orquestación, presionado por su editor y mecenas Mitrofan Belaïev, quien le pagó 600 rublos. Escrito cuando el compositor tenía 24 años, representa su primer trabajo con orquesta. La obra se estrenó el 23 de octubre de 1897 en Odessa, con el propio Skriabin como solista y Vasily Safonov dirigiendo la orquesta. Fué publicado en 1898 bajo el patrocinio de Mitrofan Belyayev, quien apoyó económicamente al joven compositor. Este concierto surge en un momento en que Skriabin, aún bajo la influencia de Chopin, buscaba consolidar su lenguaje personal. Aunque conserva rasgos románticos, como el lirismo melódico y la escritura pianística ornamentada, ya se perciben elementos que anticipan su evolución hacia un estilo más armónico y cromático. A diferencia de los conciertos chopinianos, la orquesta aquí desempeña un papel más activo, dialogando con el piano en lugar de limitarse a acompañarlo. Esta obra es fundamental para comprender la evolución de Skriabin: un puente entre el romanticismo tardío y su posterior búsqueda mística y armónica. Cuando Rimsky-Korsakov y Liadov revisaron la partitura antes de su publicación, criticaron duramente la orquestación y algunos errores de notación. Aun así, la obra fue publicada tras sus correcciones. El concierto está lleno de retos para el pianista: largos arpegios rápidos, saltos en octavas y polirritmias complejas. Sin embargo, no incluye una gran cadencia solista típica de los conciertos románticos, sino pequeñas intervenciones donde el piano muestra su virtuosismo. En Rusia fue bien recibido, pero en Estados Unidos la crítica estuvo dividida: algunos alabaron su frescura y originalidad, otros lo consideraron torpe en el tratamiento sinfónico. Fue admirada por contemporáneos como Rachmaninov, quien incluso la dirigió en 1911 y la interpretó en el concierto homenaje tras la muerte de Skriabin en 1915.
Concierto para Piano fa sostenido menor, Op. 20
1.- Alegro. 2.- Andante. 3.- Allegro moderato.
Peter Jablonski, piano.
Desutsches Symphonie-Orchester Berlin.
Vladimir Ashkenazy, director.
Pequeña guía de escucha:
1. Allegro (Fa♯ menor):
Carácter: Dramático y apasionado, con un lirismo muy romántico.Qué escuchar:
El tema principal en el piano: amplio, con saltos y arpegios que muestran virtuosismo.
La respuesta orquestal: notarás cómo la orquesta no es tan densa como en Rachmaninov; Skriabin deja espacio para el piano.
Contrastes: momentos de tensión seguidos por pasajes más delicados.
Tip: Fíjate en cómo el piano no domina todo el tiempo; hay diálogo real con la orquesta.
2. Andante (Do♯ menor)
Carácter: Lírico, casi meditativo.
Qué escuchar:
Tema principal: una melodía serena en la orquesta, que el piano retoma con adornos.
Variaciones: hay cuatro, cada una con un color distinto:
1ª: más ornamentada.
2ª: más intensa, con acordes amplios.
3ª: delicada, casi etérea.
4ª: más dramática, preparando el regreso del tema.
Tip: Este movimiento es el corazón emocional del concierto; busca la sensación de calma y transformación.
3. Allegro moderato (Fa♯ menor → Fa♯ mayor)
Carácter: Brillante y optimista, con energía rítmica.
Qué escuchar:
Tema inicial: animado, con ritmo marcado.
Contrapunto entre piano y orquesta: el piano despliega escalas y arpegios veloces.
Final triunfal: el paso a Fa♯ mayor da una sensación de victoria.
Tip: Disfruta la sensación de liberación tras la tensión inicial; es como un amanecer después de la tormenta.
El tema principal en el piano: amplio, con saltos y arpegios que muestran virtuosismo.
La respuesta orquestal: notarás cómo la orquesta no es tan densa como en Rachmaninov; Skriabin deja espacio para el piano.
Contrastes: momentos de tensión seguidos por pasajes más delicados.
Tip: Fíjate en cómo el piano no domina todo el tiempo; hay diálogo real con la orquesta.
2. Andante (Do♯ menor)
Carácter: Lírico, casi meditativo.
Qué escuchar:
Tema principal: una melodía serena en la orquesta, que el piano retoma con adornos.
Variaciones: hay cuatro, cada una con un color distinto:
1ª: más ornamentada.
2ª: más intensa, con acordes amplios.
3ª: delicada, casi etérea.
4ª: más dramática, preparando el regreso del tema.
Tip: Este movimiento es el corazón emocional del concierto; busca la sensación de calma y transformación.
3. Allegro moderato (Fa♯ menor → Fa♯ mayor)
Carácter: Brillante y optimista, con energía rítmica.
Qué escuchar:
Tema inicial: animado, con ritmo marcado.
Contrapunto entre piano y orquesta: el piano despliega escalas y arpegios veloces.
Final triunfal: el paso a Fa♯ mayor da una sensación de victoria.
Tip: Disfruta la sensación de liberación tras la tensión inicial; es como un amanecer después de la tormenta.
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