La Cantata BWV 98 fue compuesta por Johann Sebastian Bach en Leipzig en 1726 para el 21º domingo después de la Trinidad. Se estrenó el 10 de noviembre de de ese mismo año, en Leipzig. Su texto principal proviene del himno de Samuel Rodigast (1674), que expresa confianza en la voluntad divina. Bach utiliza este coral como punto de partida, pero no desarrolla una cantata coral completa, sino una obra breve de cinco movimientos que combina elementos del coral con recitativos y arias.
El primer movimiento es un coro que presenta la línea melódica del himno en bloques homofónicos, intercalados con figuraciones del violín solista. Esta alternancia crea tensión entre la afirmación del texto y la inquietud instrumental, reflejando la lucha entre fe y duda.
El segundo movimiento, un recitativo para tenor, introduce el tono personal y dramático: la voz humana pregunta “¿Cuándo, Señor?”. Bach emplea armonías cromáticas para subrayar la incertidumbre.
En el tercer movimiento, la soprano canta un aria acompañada por oboe obbligato. El carácter es íntimo y expresivo, con líneas melódicas que sugieren consuelo y esperanza. El cromatismo y las suspensiones refuerzan la sensación de melancolía.
El cuarto movimiento, recitativo para alto, actúa como transición hacia la conclusión, afirmando la misericordia divina con un estilo más declamatorio.
Finalmente, el quinto movimiento sustituye el coral tradicional por un aria para bajo: Meinen Jesum laß ich nicht. Aquí, los violines en unísono y el bajo vocal transmiten firmeza y resolución, cerrando la obra con una declaración de fe.
La instrumentación de la cantata es reducida: cuerdas, oboes, continuo y voces solistas, lo que confiere a la cantata un carácter casi camerístico.
Cantata BWV 98 "Was Gott tut, das ist wohlgetan"
Monteverdi Choir / English Baroque Soloists.
John Eliot Gardiner, director.
1. Coro: “Was Gott tut, das ist wohlgetan”
(Lo que Dios hace, está bien hecho)
Qué escuchar: El coro inicia con afirmación homofónica del texto, intercalada con figuraciones del violín solista que aportan tensión.
Sensación: Seguridad en la fe, pero con un trasfondo de inquietud.
2. Recitativo (Tenor): “Ach Gott! wenn wirst du mich einmal”
(¡Ah Dios! ¿Cuándo me aliviarás?)
Qué escuchar: Voz solista con acompañamiento mínimo (continuo), armonías cromáticas que expresan ansiedad.
Sensación: Pregunta humana, tono dramático y personal.
3. Aria (Soprano): “Hört, ihr Augen, auf zu weinen”
(Escuchad, ojos, dejad de llorar)
Qué escuchar: Soprano con oboe obbligato y continuo. Melodía expresiva, cromatismos suaves, suspensiones que sugieren consuelo.
Sensación: Esperanza que surge tras la tristeza.
4. Recitativo (Alto): “Gott hat ein Herz, das des Erbarmens Überfluß”
(Dios tiene un corazón lleno de misericordia)
Qué escuchar: Breve recitativo que reafirma la confianza, con armonías más estables.
Sensación: Transición hacia la certeza.
5. Aria (Bajo): “Meinen Jesum laß ich nicht”
(No dejaré a mi Jesús)
Qué escuchar: Bajo con violines en unísono y continuo. Ritmo firme, carácter decidido.
Sensación: Resolución y fe inquebrantable.
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