El 19 de noviembre de 1724, en la Nikolaikirche y la Thomaskirche de Leipzig, resonaron por primera vez las notas de la Cantata BWV 26, “Ach wie flüchtig, ach wie nichtig” (¡Ah, cuán fugaz y cuán efímera!). Fué escrita para el vigésimo cuarto domingo después de la Trinidad, momento litúrgico que, como enseña el himno de Michael Franck (1652), llamaba a meditar sobre la fugacidad humana.
Desde su nombramiento en mayo de 1723 como Thomaskantor, Bach asumió el reto de crear una nueva obra semanal para las iglesias de Leipzig. Su primer ciclo en 1723-1724 mezclaba obras anteriores y algunas nuevas. A partir del Primer Domingo tras la Trinidad de 1724, inició el segundo: el célebre ciclo de cantatas corales, cada una construida en torno a un himno luterano.
Este segundo ciclo, además de ambicioso, alcanzó su cima artística y espiritual entre 1724 y 1725, con obras que profundizan en la vanidad de lo terrenal frente a lo eterno.
La partitura de la cantata BWV 26, como el diario de un tiempo en que Hombre y Eternidad colisionaban bajo la liturgia luterana, es también una pincelada en la cronología vital de Bach.
La cantata contiene una belleza austera, pétrea como el mármol de sus iglesias. En ella, Bach ofrece un espejo: la vida es un eco, tan fugaz como lo expresa con su contrapunto, tan real como lo afirma en su fe.
"Cantata BWV 26, Ach wie flüchtig, ach wie nichtig"
Concentus Musicus Wien.
Nikolaus Harnoncourt, director.
"Cantata BWV 26, Ach wie flüchtig, ach wie nichtig"
Münchener Bach-Chor.
Münchener Bach-Orchester.
Karl Richter, director.
Pequeña guía:
Coro inicial: “Ach wie flüchtig, ach wie nichtig”
Gran apertura orquestal con figuras rápidas que simbolizan lo efímero.
Escucha cómo las líneas melódicas se desvanecen, reforzando la idea de fugacidad.
Aria (Tenor): “So schnell ein rauschend Wasser fleußt”
Imagen del agua que fluye velozmente.
Fíjate en el acompañamiento ondulante que imita el movimiento del agua.
Recitativo (Bajo): Reflexión sobre la brevedad de la vida.
Aria (Soprano): “An irdische Schätze das Herze zu hängen”
Advertencia contra el apego a lo terrenal.
Escucha el contraste entre la voz ligera y el acompañamiento más estable.
Recitativo (Tenor): Breve comentario moral.
Coral final: Cierre sobrio y meditativo, típico del ciclo coral.
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