24 may 2019

Alabanza

Georg Christian Lehms
A Georg Christian Lehms, poeta y novelista alemán que en ocasiones utilizó el pseudónimo de Pallidor, pertenece el texto al que Johann Sebastian Bach va a poner música en la que será su cantata BWV 16.
Estrenada el 01 de enero de 1726, día de la Circuncisión, aunque el texto se refiere a la lectura del Evangelio de ese día, Bach da menos importancia a este aspecto del mensaje evangélico y convierte la cantata en un himno de agradecimiento al Señor por los dones recibidos. 
Dividida en seis movimientos: coro, recitativo para bajo, aria para bajo y coro, recitativo para contralto, aria para tenor y coral, el propio Bach añadió las palabras del coro de cierre. 
Por lo que se refiere a la parte instrumental, esta incluye dos oboes, trompa da caccia, cuerdas y continuo.


Cantata BWV 16
"Señor Dios, todos te alabamos"
Monteverdi Choir.
English Baroque Soloists.
John Eliot Gardiner, director.

Las palabras alemanas del Te Deum, "Señor, te alabamos", son la base del breve y radiante coro de apertura, en el que las sopranos y la trompa, se oponen a las restantes fuerzas sonoras. El tercer movimiento, para bajo y coro, a pesar de llevar el nombre de "aria", no lo es en el sentido convencional de la palabra, tratándose de una compleja fuga de expresión jubilosa. Después del segundo recitativo se sitúa la única aria propiamente dicha, la número cinco para tenor, con oboe da caccia concertante, que Bach cambió por una violetta en una segunda interpretación de la cantata y, con ella, el paso brusco del júbilo a la actitud personal e íntima de la plegaria.
Si el libretista no había previsto la participación de un coro, sino en el movimiento inicial, Bach le confía por el contrario importantes pasajes de la primera aria, así como el coral conclusivo, logrando dar la impresión de un conjunto que reúne, en un todo homogéneo, ideas musicales y palabras bíblicas.

5 may 2019

Confianza en el Señor

Salmo CXXIV:
Los que ponen en el Señor su confianza estarán firmes como el monte de Sion: nunca jamás sera derrocado el morador. 
Circuida está Jerusalén de montes, y el Señor es el antemural de su pueblo desde ahora y para siempre. 
Porque no dejará el Señor sujeto por largo tiempo al dominio de los pecadores el linaje de los justos; para que agobiados no se echen al partido de la iniquidad. 
Bendice, oh Señor, a los buenos, y a los rectos de corazón.

Una adaptación de Lutero de este Salmo, es el texto utilizado por Bach para la que, probablemente, sea la última Cantata que compuso. Estrenada en Santo Tomás de Leipzig el 30 de enero de 1735, en el Evangelio del día, se nos narra como Jesús calma la tempestad, siendo su relación con el Salmo evidente: sólo la protección de Dios puede librarnos del desastre. Su traducción en sonidos sigue un estilo severo, cercano al desarrollado por Bach en sus obras postreras.
La obra está escrita para soprano, tenor, bajo y coro; corno da caccia, dos oboes, cuerdas y continuo, constando de cinco movimientos: coro, aria para soprano, recitativo para tenor, aria para bajo y coral.


Cantata BWV 14
"Si Dios no hubiese estado entonces con nosotros"
Bach-Collegium Stuttgart.
Helmuth Rilling, director.

El coro inicial es inmenso, un motete "concertato" a cuatro voces, con una quinta voz instrumental, confiada conjuntamente a un corno da caccia y dos oboes.
El aria de la soprano, realzada por el corno, contradice el sentido de las palabras de Lutero "No basta nuestra fuerza para vencer al enemigo". 
En el aria destinada al bajo, acompañada por los oboes y el continuo, se eleva un canto de reconocimiento a la protección divina. 
Pero será en el coral que concluye la cantata, con el concurso de todas las voces y todos los instrumentos, donde se va a manifestar la certeza gozosa de la victoria.