24 oct 2019

Camino hacia la Vida

Con un destino desconocido, pero sin duda escrito para el uso fúnebre al igual que el BWV 228, el Motete BWV “Komm, Jesu, Komm” (Ven, Jesús, ven) de Johann Sebastian Bach, del que se desconoce su fecha de creación aunque se cree que fue escrito entre 1723 y 1734, posee un sentido antiguo y tradicional. Concebido para dos coros, nos encontramos ante un motete en la más antigua acepción del término, modelándose cada segmento musical sobre una frase y articulándose entre ellas las diferentes partes, creando un todo unitario.
Estilos homofónicos redondos, imitaciones a modo de pregunta-respuesta, repartidos en ambos coros para terminar todos juntos al unísono, buscando el equilibrio siempre magistral de nuestro dios Bach; partes fugadas “… der saure Weg”, en un contrapunto a ocho voces o los cambios de estilo propiciados por la estética diferente de cada uno de los coros no exentos de una extrema dificultad. Un epílogo intitulado “aria” termina el motete. En realidad se trata de un coral a cuatro partes con los dos coros fundiéndose en uno solo y cuya melodía no se corresponde con ningún coral del repertorio de la Iglesia Luterana sino que procede del mismo Bach.

Komm, Jesu, Komm BWV 229
Collegium Vocale Gent.
Philippe Herreweghe, director.

1. Coro I – II (P. Thymich, 1697):
Komm, Jesu, komm, mein Leib ist müde,
die Kraft verschwindt je mehr und mehr,
ich sehne mich nach deinem Frieden;
der saure Weg wird mir zu schwer.
Komm, komm, ich will mich dir ergeben,
du bist der recht Weg, die Wahrheit und
das Leben.

Ven, Jesús, ven, mi cuerpo está cansado,
mis fuerzas flaquean más y más, siento
anhelo de tu paz;
el amargo curso de la vida se me hace
demasiado duro.
Ven, ven, quiero abandonarme a ti, tú
eres el camino recto, la verdad y la vida.

2. Coral (P. Thymich, 1697):
Drum schliess ich mich in deine Hände
und sage, Welt zu gutter Nacht!
Eilt gleich mein Lebenslauf zu Ende,
ist doch der Geist wohl angebracht,
er soll bei seinem Schöpfer schweben,
weil Jesus ist und bleibt
der wahre Weg zum Leben.

Por ello me entrego a tus manos
y digo al mundo: ¡buenas noches!
Cuando el curso de mi vida llegue a su
fin, mi alma se hallará dispuesta
y se elevará hacia su Creador,
pues Jesús es y seguirá siendo
el verdadero camino hacia la vida.

8 oct 2019

El Buen Pastor

“Nada temas, estoy contigo”. Estas son las palabras de consuelo que escucharían los asistentes al funeral de Susanna Sophia Winckler, celebrado un 4 de febrero de 1726. Viuda del jefe de las milicias de la ciudad de Leipzig, el Capitán Christoph Packbusch Winckler y cuyas hijas habían sido madrinas de dos de los hijos de Johann Sebastian Bach, habría fallecido a finales del mes de enero del mismo año. 
Cronológicamente anterior al motete BWV 225, éste, el BWV 228: “Fürchte dich nicht, ich bin bei dir” es muy semejante al anterior. 
Estructurado en dos secciones, en la primera de ellas nos encontramos una imponente construcción homófona a ocho voces en doble coro, donde se expone el texto de Isaías según la técnica veneciana de coros en eco. 
La segunda sección, de una gran intensidad cromática, es una fuga a cuatro voces con el “cantus firmus” en las voces de soprano retomando la exclamación: ¡Nada temas! del comienzo del motete. 
Numerosos son los recursos de la retórica musical empleados: el motivo “ich stärke dich”, (yo te fortalezco/yo te sostengo), viene presentado cuatro veces por una de las voces y reforzada homofónicamente por las otras siete; asímismo, la frase “weiche nicht”, (no desmayes/no temas), viene presentada con una oscilación melódica y aparece siempre en síncopa. 
El texto de Isaías viene a anunciarnos, de alguna manera, la misión de Jesús, cuya representación retórica la encontramos en el hecho de que el motivo cromático principal de la fuga, “denn ich habe dich erlöset”, (pues yo te he rescatado), viene repetido 33 veces, es decir, la edad de Cristo.

Fürchte dich nicht BWV 228
Collegium Vocale Gent.
Philippe Herreweghe, director.


1. Coros I y II (Isaias, 41, 10 y 43, 1): 
Fürchte dich nicht, ich bin bei dir, 
weiche nicht, denn ich bin dein Gott, ich 
stärke dich, ich bin dein Gott, 
ich erhalte dich durch die rechte Hand 
meiner Gerechtigkeit. 
Fürchte dich nicht, denn ich habe dich 
erlöset. 
Ich habe dich bei deinem Namen gerufen. 

No temas, que estoy contigo, 
no desmayes, que soy tu Dios, yo te fortaleceré 
y vendré en tu ayuda; 
con mi mano diestra te aseguro 
mi justicia. 
No temas, pues yo te he rescatado. 
Te he llamado por tu nombre. 

2. Choral (P. Gerhardt, 1653): 
Herr, mein Hirt, Brunn aller Freuden, 
du bist mein, ich bin dein: 
Niemand kann uns scheiden. 
Ich bin dein, weil du dein Leben 
und dich nicht, o mein Licht, 
aus dem Herzen lasse. Lass 
mich hingelangen wo du mich, 
und ich dich ewig werd unfangen. 
Fürchte dich nicht, du bist mein. 

Señor, mi pastor, fuente de todas las alegrías. 
Tú eres mío y yo tuyo: 
Nadie puede separarnos. 
Soy tuyo porque me diste tu vida 
y tu sangre muriendo por mí. Tú eres 
mío porque te tengo asido y no te dejo 
ir, ¡Oh luz de mi corazón! Déjame llegar 
hasta ti, allí donde podemos abrazarnos 
eternamente. No temas, eres mío.