23 nov 2015

Emblema del Neoclasicismo

Manuel de Falla
Barcelona, 5 de noviembre del año 1926. En la Asociación de Música de Cámara de Barcelona, va a tener lugar el estreno del “Concerto per clavicembalo” de Manuel de Falla. Al clave, Wanda Landowska, la destinataria de la dedicatoria de esta obra. Interpreta la Orquesta de Pablo Casals, dirigida por el propio compositor.
La pieza, orquestada para Clave (o pianoforte), flauta, oboe, clarinete, violín y violonchelo, fue compuesta por Falla entre los años de 1923 y 1926. El compositor, había escuchado a Wanda Landowska en un concierto para clave en Granada y quedó fascinado. A raiz de aquí, escribió la parte de clave de El retablo de Maese Pedro y, como homenaje a Wanda, el concierto que nos ocupa. Como curiosidad, destacar que el maestro escribió el concierto del revés, es decir, primero comenzó por el tercer movimiento, pasando por el segundo y hasta llegar al primero. En cuanto a su instrumentación, el compositor lo dejó dicho bien claro: que no se aumente, en ningún caso, el número de instrumentos; y que el clave, aparezca delante del escenario, situando los demás instrumentos, unos pasos por detrás, aunque sin dejar de ser visibles para el público.
Estamos ante el Falla más interiorista, en plena culminación de su proceso artístico. Antes de la composición de esta obra, Falla, copió y estudió los conciertos de Brandemburgo, las variaciones Goldberg y el concierto para tres claves de Bach, así como la música de Rameau, Couperin y hasta de Grieg, todo para familiarizarse con la composición de la música para clave.


Concerto per Clavicémbalo
Joaquín Achúcarro, clave
Miembros de la Orquesta Sinfónica de Londres
Eduardo Mata, director.

En el primer movimiento, allegro, nada más comenzar, Falla recoge como tema la canción popular castellana "de los álamos vengo, madre", del siglo xv. En un alarde compositivo, el maestro se permite, una vez presentado el tema, variarlo a su gusto, y, de pronto, concretamente en el compás 89, hacerlo aparecer, ayudándose de la flauta y el clarinete, en toda su simplicidad. Además de la canción de los álamos, nos encontramos con el tema que abre la obra y cierra, original de Falla, y que éste lo somete a ocho variaciones. 
El segundo movimiento, lento, se ha llegado a comparar con una catedral gótica o con la solemnidad de una fiesta religiosa. En un tiempo cantabile, la sonoridad del clave, con sus grandes arpegios, lo dotan de una mayor resonancia y fuerza expresiva.
Finaliza la obra con un Vivace. En él, el clave plantea el tema principal, con la melodía “de los álamos". Este es el movimiento más influenciado por el barroco, notándose, sobre todo, en las ornamentaciones que lo acompañan.
Disfrutemos de este perfecto equilibrio entre tradición y modernidad, Una maravilla de nuestro amado Manuel de Falla y que fue descrito por Stravinski como el concierto digno de ser llamado la obra emblemática del neoclasicismo.

Eduardo Mata Asiasín
Eduardo Mata Asiasín (Ciudad de Mexico, 05 de septiembre de 1942 - Cerca de Cuernavaca en Temixco, Morelos, 04 de enero de 1995).

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