El Concierto para violín de Alban Berg, también conocido como “Dem Andenken eines Engels” o “A la memoria de un ángel”, fue iniciado en abril de 1935. En el momento de su composición, Alban Berg se encontraba en lo más alto de sus facultades creativas. Desgraciadadamente, también se encontraba en sus últimos días de vida. En palabras de su esposa Helene Karoline Berg:
"Alban, en cama, enfermo y torturado por el dolor, trabajaba frenéticamente y sin interrupción para concluir la composición de su Concierto para Violín. Rehusando detenerse ni para comer ni para dormir, movía inexorablemente la mano afiebrada. 'Debo continuar', respondía a [mis] súplicas, 'no puedo detenerme, no tengo tiempo'."
El concierto quedó finalizado en agosto, Berg tenía 50 años. En diciembre hubo de ser llevado al hospital, aparentemente víctima de un envenenamiento de la sangre producido por abscesos. La infección generalizada fue probablemente debida a la picadura de un insecto. A pesar de las operaciones y de las transfusiones de sangre, no mejoró. El 23 de diciembre anunció: «Hoy será un día decisivo.» Murió poco después de medianoche del día 24.
Concierto para Violín "A la memoria de un ángel"
1.- Andante, Allegretto. 2. Allegro, Adagio.
Leonid Kogan, violín. The USSR Radio & TV Large Symphony Orchestra.
Gennady Rozhdestvensky, director.
Manón Gropius, es el nombre de nuestro “ángel” de la dedicatoria. Era la hija que tuvo Alma Malher, amiga de Alban Berg y viuda entonces del compositor Gustav Mahler, con el arquitecto Walter Gropius. Ya desde muy pequeñita se ganaba el cariño de todo aquel que la conocía. Su madre comentaría al respecto de la relación de su hija con Berg:
"Alban Berg amó a mi hija desde que nació como si fuera suya. Ella se hacía más y más hermosa a medida que crecía. Cuando Max Reinhardt la conoció, me pidió que le permitiera interpretar el papel del primer ángel en Grosses Weltíheater en Salzburgo. Pero antes de que pudiera hacerse ningún arreglo al respecto, ella fue atacada por la parálisis infantil. De modo que permaneció en cama a lo largo de un año y murió el día de Pascua de 1935. No hizo el papel del ángel sino que, en realidad, se convirtió en uno. Después de su muerte, Berg no pudo terminar su propia ópera, Lulú. Compuso el Concierto para Violín y lo dedicó a la memoria de Manón."
¿Pero y Bach? ¿Qué pinta en esta obra donde Berg utiliza la técnica dodecafónica de su maestro Schönberg?. Pues resulta que nuestro autor, mientras trabajaba en el concierto, escribió a Willi Reich , a la sazón musicólogo de origen austriaco, pidiéndole algunos corales de Bach; éste le envió la música solicitada y Alban Berg descubrió que uno de los corales empezaba con las últimas cuatro notas de la serie tonal con la que estaba trabajando. Fue el coral así integrado, último movimiento del concierto, de una manera lógica sin que la repentina aparición de la tonalidad, en una obra dodecafónica, pareciese arbitraria. Se trata del coral "¡Es ist Genug!" ("¡Es suficiente!"), cuyo texto dice:
"¡Es suficiente! ¡Señor, cuando Tú quieras, puedes liberarme de mi yugo! ¡Mi Jesús vendrá: ¡buenas noches, mundo! Me iré a la morada celestial, me iré con seguridad y alegría, mi gran desolación ha quedado atrás. ¡Es suficiente!".
El Concierto para violín, al final, se convertiría en el propio réquiem de Alban Berg. La obra fue estrenada póstumamente por Louis Krasner, en el Palau de la Música Catalana el 19 de abril de 1936, con Hermann Scherchen dirigiendo a la orquesta.
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